Madrid, 1 de octubre de 2022.- Por los teléfonos móviles de los guineanos exiliados en España rebosa de envíos y reenvíos, un "Tweet" del Ministerio español de Asuntos Exteriores" que asegura que:
"El gobierno de España manifiesta su extrema preocupación por el asedio y asalto por cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado de la sede del partido "Ciudadanos por la Innovación (CI) en Malabo. (1)
A la vez que el gobierno de España, hace referencia a "las informaciones que se reciben de inusitada violencia entre opositores y fuerzas de seguridad, que manifiestan un clima de tensión incompatible con el diálogo necesario durante el periodo electoral actual" (2)
Siempre en referencia a las fuerzas políticas y la sociedad civil, el comunicado del gobierno de España hace un llamamiento de contención y apertura de canales de diálogo entre todas las fuerzas y sociedad civil que permita la celebración de las elecciones en una atmósfera de tolerancia y apertura"(3)
Por fin, el gobierno de España se dirige a "las autoridades ecuatoguineanas a que actúen con prudencia y responsabilidad en un momento tan delicado" (4)
España, -señala el comunicado- "en este contexto, manifiesta la necesidad de preservar la seguridad jurídica y garantías procesales de todas las personas detenidas" (5)
(1) La invasión por parte de las autoridades policiales o militares de Obiang Nguema a sedes de partidos políticos de oposición inició su materialización en el año 1992, con el llamado "ensayo democrático a la equtaorguineana del, militar Obiang Nguema, que autoerigido en "árbitro y moderador" a imitación de (sabemos quién...) se burló y dribló a la comunidad internacional tan cercana e interesada. España nos aconsejó, a los llamados "oposición radical" poco menos que no tomáramos en serio eso de "ensayo democrático a la equatorguineana" del presidente militar Obiang Nguema; pero que fuéramos consiguiendo "pequeños espacios de poder, ¡sin prisas!). Resultado: 1992-2022... De 100, solo "un escaño con dos sillas" para la oposición que duda, si entrar o no, en la coalición gubernamental de partidos del Presidente militar, Obiang Nguema PDGE.
. (2) En Guinea Ecuatorial, desde que el país está en manos de un militar o "guardia" a modo colonial, no existe, ni cabe haber violencia "entre oposición, (inerme) y fuerzas de seguridad (armados hasta los dientes, violentos de naturaleza) Sí, hay violencia de las fuerzas de seguridad contra la oposición. Esta violencia se agudiza de forma despiadada en momentos de inicio, desarrollo y resultados de elecciones normal y violentamente fraudulentas y rechazadas por la oposición.
(3) La petición de "contención y apertura de canales de diálogo entre todas la fuerzas y sociedad civil que permita la celebración de las elecciones en una atmosfera de tolerancia y apertura, solo se entiende como repetición de aquella violenta recomendación hecha a un líder político guineo, en plenos pasillos del Parlamento Europeo (1988): ¡¡¡No molestéis a Obiang Nguema, no le molestéis!!! Algo así como: "Estaros quietos"
(4) Por fin, España... (no solo el gobierno de España) se dirige a las autoridades "equatoguineanas" (no guineanas o guineas, o guineo ecuatorianas, ¡que no lo hay...!) que actúen con prudencia y responsabilidad en un momento tan delicado (refiriéndose a las tres elecciones simultaneas, fraudulentas y precipitadas: Legislativas, municipales y presidenciales, legítima y firmemente rechazadas por la oposición real y el pueblo guineo.
(5) Para terminar, pide el comunicado del gobierno de España, "seguridad jurídica y garantías procesales para todas las personas detenidas". ¿Solo las de la sede de CI? Recomendación -se supone- dirigida, como es normal, al General de Brigada, Presidente del Partido político PDGE, jefe de la coalición de 16 grupos políticos de mamandurria, Obiang Nguema Mbasogo, quien repite, con orgullo y prepotencia: "¡¡¡España no me puede decir nada; por que les pago muy bien!!!
Que el gobierno de España, o España, se hayan dignado dirigir su mirada a la dimensión de la larga tragedia humana y social de Guinea Ecuatorial; a propósito de los luctuosos acontecimientos que acaban de reiniciar su continuidad en Guinea Ecuatorial, con el asedio y ataque a la sede de un partido político, CI, merece, para comenzar, el titular de este comentario: ¡Gracias, España!