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sábado, 2 de julio de 2022

TODO LO QUE EMPIEZA MAL...TERMINA MAL. GUINEA ECUATORIAL, TOD UN EJEMPLO.

 ¿PODEMOS DESEAR Y ESPERAR UNA RECONDUCCIÓN Y CORRECCIÓN DE ERRORES; E INICIAR -¡YA!- UNA TRANSICIÓN PACIFICA A LA DEMOCRACIA, ACOMPAÑADOS POR ESPAÑA? (Severo M. Nsa)


Ireneu Castillo.  

 UN DESPROPÓSITO LLAMADO “INDEPENDENCIA DE GUINEA ECUATORIAL”





El 12 de octubre de 1968, a las 12 del mediodía, el gobierno español hacía el traspaso de poderes a Guinea Ecuatorial, la cual, a partir de entonces, sería totalmente independiente de la metrópoli a la que pertenecía desde hacía casi 200 años. Empero, la independencia de este territorio español en el Golfo de Guinea, no fue todo lo plácida e idílica que la censura informativa del régimen franquista quiso reconocer, sino que el proceso fue un manual de improvisación y chapucería política que acabó a los pocos meses con la dolorosa evacuación pies-para-qué-os-quiero de los españoles que allí residían.

 A mediados de los años 50, las potencias europeas tenían serios problemas para mantener controladas las colonias que tenían en África. El auge de movimientos independentistas en los diferentes territorios, así como las dificultades de una durísima posguerra, hicieron que las potencias coloniales miraran de desprenderse de una forma más o menos ordenada y organizada de sus colonias africanas.

La España de Franco, aislada internacionalmente, pero haciendo los parabienes serviles a los aliados (no fuera caso que se acordasen de su apoyo incondicional al nazismo, claro -ver Operación Postmaster o cómo dejar en ridículo a Franco en 15 minutos), y enrocada en su naftalínico discurso de unidad a ultranza de la patria, no estaba muy por la labor de dar la independencia a sus colonias africanas. Bien al contrario, en 1959, las convirtió en provincias españolas de pleno derecho, de tal forma que el estatus de "colonia" desaparecía para ser parte indivisible de España, y así se ahorraba el tener que darles la independencia. El único inconveniente es que no coló.

 


1960 significó la independencia de una gran cantidad de países de África (Nigeria, Gabón, Camerún, Níger, Chad, Congo -ver El Congo, la inmensa y atroz propiedad privada del rey de Bélgica-...), las cuales presionaron al gobierno de Franco para que dieran la independencia a sus colonias africanas, es decir, el Sahara y Guinea Ecuatorial. Las potencias ex-colonizadoras también presionaron a España (por aquello de si las pierdo yo, no te vas a quedar tú con las tuyas), lo que centró la atención en la negativa de España. A regañadientes, y dada la presión internacional, en 1963 decidió hacer un referéndum en Guinea para ver si los guineanos querían un estatuto de autonomía.

El referéndum salió aprobado por una gran mayoría... pero autonomía no era independencia y siguieron las presiones a nivel internacional, hasta que en 1965, el pleno de las Naciones Unidas instó a España a poner una fecha para la independencia. Gruñendo entre dientes, el gobierno se vio obligado a empezar los contactos con el gobierno autónomo guineano para hacer una constitución y ponerla a referendo, pero sin poner fecha, claro está.


Finalmente, en marzo de 1968, tras estar más presionado que una oliva en una almazara, el gobierno franquista cedió y declaró que daría la independencia a Guinea Ecuatorial. Una nueva constitución favorable a España, y "consensuada" con los guineanos a base de amenazarlos con suspender el proceso, se aprobó en agosto tras un referéndum que, acto seguido, darían paso a las primeras elecciones a la presidencia... y a una estrategia diplomática de España auténticamente de chiste.

El resto de potencias colonizadoras, en el momento de la independencia de sus territorios, fueron lo suficientemente hábiles como para instaurar en las primeras elecciones a candidatos que fueran propicios a las respectivas metrópolis, lo cual aseguraba la influencia en la zona. España, como no podía ser de otra forma, acabó consiguiendo lo contrario.

De los cuatro candidatos que se presentaron a presidente de Guinea Ecuatorial, la metrópoli apoyó a tres, de los cuales, ninguno tenía estudios universitarios en la península, no tenían suficiente conocimientos en política internacional e incluso dos habían estado en el exilio, totalmente desenchufados de la realidad del país. Para más inri, el gobierno español estaba dividido entre los que estaban a favor de la independencia y los que no, lo que significó que en vez de dar todo el apoyo logístico a uno solo, el ministerio del Interior apoyaba a un candidato y Presidencia, a otro. Un auténtico despropósito.


 Al final, las elecciones se celebraron el 22 de septiembre y...¿quién ganó las elecciones? Efectivamente, el cuarto, Francisco Macías Nguema, con un 39% de los votos, que desembocó en una segunda ronda que se llevó a cabo el 2 de octubre de 1968 y que también ganó con un 62% de los votos. Lo más gracioso del asunto fue que en la aún colonia prácticamente no había movimiento independentista, pero la incapacidad diplomática del gobierno de Franco, hizo que ganara la opción más demagoga, populista y antiespañola. ¡Ole tu!

 


El día 12 de octubre a las 12 de la mañana, con todo el dolor de su corazón, España se desprendía de Guinea Ecuatorial. Aquella colonia de casi 300.000 habitantes era una ruina para el gobierno central, ya que solo algunos madereros, cafeteros y cacaoteros tenían ciertos negocios prósperos, pero se estaban haciendo las primeras prospecciones de petróleo y podría haber negocio para la CAMPSA. La victoria de la peor opción hacía peligrar todo el entramado colonial de España en Guinea, lo cual llevó al vicepresidente español, el Almirante Carrero Blanco, a poner cartas en el asunto.

 

 

Toda independencia, sin dinero inicial, no conduce a nada, y Guinea había concertado con el gobierno español que prorrogaría durante un par de años la partida económica destinada a la excolonia. Sin embargo, Carrero Blanco, para presionar a Macías a que tuviera una cierta condescendencia con la metrópoli, no atendió los pagos que habían sido consensuados, lo cual dejó vendida la viabilidad de la nueva administración.

El clima de bancarrota que se vivía en diciembre de 1968 y la encendida oratoria populista de Macías, hizo que se empezara a atacar a los españoles que aún vivían allí, poniendo en pie de guerra la diplomacia española. Según parece, ello llevó a que "tocaran" al ministro de exteriores Atanasio Ndongo (3º en las elecciones) para que, con el apoyo de las tropas de la Guardia Civil que todavía no habían evacuado el país, diera un golpe de estado para derrocar a Macías .


El presidente guineano, en vistas de que el gobierno no pagaba lo pactado, decidió congelar las cuentas de los españoles, pero las grandes empresas ya habían sacado sus ahorros de las oficinas guineanas, lo que enfadó aún más a Macías comenzando una espiral de violencia contra España y lo español que llevó a intentar el golpe de Estado el 1 de marzo de 1969. El hecho de que no llegaran los refuerzos españoles pactados, que los golpistas se concentraran en otro punto del territorio que no era donde se había quedado y que Macías tuvo un chivatazo y se largó del palacio presidencial donde debía ser capturado, abocó al fracaso la operación. Sabiendo la debilidad del intento de golpe, Macías pasó al ataque, con el resultado del arresto de los cabecillas y Ndongo muriera apaleado en prisión por los acólitos del presidente.





A partir de entonces, más de 7.000 españoles pusieron pies en polvorosa abandonando todas sus posesiones -que fueron en gran parte expropiadas por el gobierno guineano- arriándose la última bandera española el 4 de abril de 1969. Se abandonaba de esta forma, y tras una desastrosa gestión diplomática, el territorio de Guinea Ecuatorial, quedando bajo la despótica tiranía de un paranoico Macías. España, por su parte, perdió un territorio que había sido español desde 1778 y, lo que fue más duro, no supo mantener ni propiciar los lazos culturales y de amistad que ligaban a ambos territorios. Triste fin de un despropósito que a los pocos años tendría una segunda parte en el Sahara, el cual, casi 40 años después (ver Sahara, sangre y olvido),  no se ha cerrado to

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COMENTARIOS:

Anónimo ha dicho que…

Anónimo ha dicho que…

Buen artículo, la España chapucera viene de largo y perdiendo de una forma u otra todos los territorios fuera de la península. Aún quedan unos territorios en el Pacífico, algo poco conocido: Micronesia Española, las islas españolas en el Pacífico

8:42 p. m.

Ramón Sevillano ha dicho que…

Muy interesante, mi padre fue uno de aquellos oficiales españoles que se vieron en mitad del fregao, tras la crisis de las banderas y la expulsión de Quijano, se quedó de jefe de la Guardia Territorial de río Muni en Sevilla de Niefang, cuando empezaron los abusos a los colonos se presenta con guardias leales para imponer el orden, Macías le arrestó por ausentarse sin permiso de su domicilio arrestándole. Luego fue uno de los que organizó la evacuación dando a los conductores de la guagua un papelito que decía que la colonia española se retirara para Bata, estas fueron interceptadas, y cuando íbamos para Bata mi padre fue detenido y pasó seis días en una celda sin comer ni beber. Al mismo tiempo se producía el golpe, el alférez marcos, amigo de mi padre y que participó en él, fue torturado en la celda contigua, al final mi padre pudo salir y reunirse con nosotros en el barco y así abandonar aquel horror. Mi padre se llamaba capitán Sevillano

9:42 a. m.

Ramón Sevillano ha dicho que…

por cierto, un hermando mío se llama fernando Marcos y un sobrino Marcos en honor a aquel álferez que fue asesinado con motivo de aquel golpe de estado

9:44 a. m.

Unknown ha dicho que

Me gustaría saber si, como se ve en la película Palmeras en la nieve, hubieron muertos cuando los españoles eran evacuados, ya que, mi familia y yo, con 7 años fuimos evacuados en avión y no recuerdo, ni mis padres me contaron nunca nada al respecto

7:39 p. m.

Unknown ha dicho que…

jodanse godos.....y canarias no cuenta como colonia???

8:37 a. m.

12elotro ha dicho que…

Según la ONU no... Ni Ceuta ni Melilla está última información te la regalo por tu educación

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Anexo:Colonias_según_la_ONU

7:10 a. m.

djrodycr ha dicho que…

Muy triste la historia

10:18 a. m.

djrodycr ha dicho que…

Una gestión poco labrada nunca trae consigo buen fruto.

10:20 a. m.

Esther Tinoco Abellán ha dicho que…

Hola. Mi bisabuelo tenía plantaciones de cacao o café, no estoy segura. Indagando en un trabajo me entere que le pillo la independencia y fue lesionado, volviendo a Sevilla donde vivía. Iba y venía. Se llamaba Antonio Tinoco Caneo. Por si alguien sabe algo de él, gracias por leerme. Saludos

2:10 p. m.

jose pedro ha dicho que… (¡¡¡…)

En realidad fue una curiosa estafa cometida por el ministro español Fernando Maria Castiella ( que estaba a las ordenes y sobornos de la embajada americana y de las empresas petroleras americanas que encontraron petróleo en aguas de Fernando Poo, en 1968, contratadas por el industrial Barreiros)
Justo en cuanto se descubrió el petróleo en aguas de Fernando Poo, le entró afán al ministro Fernando María Castiella de que había que dar urgentemente la independencia a Guinea; con Fernando Poo unido a la Guinea Continental. Pero ocurría que los naturales de la isla de Fernando Poo se sentían españoles, tenia pánico a los de Río Muni (eran otra etnia que nunca habían tenido trato, salvo que habían sido los dos países colonia española en los ultima 40 años solamente, ni étnica ni idiomática ni racialmente ni históricamente tenían nada en común)
Fernando María Castilla detectó que si hacia un "referéndum de autodeterminación" la mayoría de guineanos votarían que querían seguir siendo españoles ( aparte de considerarse españoles, sabían que donde vendían y a buen precio su café y cacao era en España, al doble de precio que en el mercado mundial)
Ante la sospecha de que votarían que querían seguir siendo españoles, Fernando Castiella decidió dar la independencia a la fuerza: sin hacer un Referéndum de Autodeterminación, que no se hizo, con lo que no se sabe cuantos guineanos querían la independencia y cuantos querían seguir siendo españoles y unidos a España.
Parece que Fernando Castiella había sido sobornado por la empresa petrolífera americana y logro engañar a Franco (ya chocheando) garantizándole que le habían dicho los americanos que le garantizaban que si daba la independencia a Guinea Inglaterra devolvería Gibraltar a España, algo que atrajo ciegamente a Franco para pasar gloriosamente a la historia.

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¿PODEMOS DESEAR Y ESPERAR UNA RECONDUCCIÓN Y CORRECCIÓN DE ERRORES; E INICIAR -¡YA!- UNA TRANSICIÓN PACIFICA A LA DEMOCRACIA, ACOMPAÑADOS POR ESPAÑA? (Severo M. Nsa)


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