1.- Cuando el dictador habla y se suelta, según es, actúa y se manifiesta, es cuando convence, tanto a propios como a extraños. Pero se le hace dificil sincerarse cuando lee lo que no ha escrito y se lo ha escrito alguien (dicen que Agustin Nsé Mfumu o algún español) no respeta ni a los guineanos ni a los extranjeros en los que se alimenta y se ampara. Ni siquiera le sale bien leido lo de "equato guineano" (equato -R-guineano, dice, siempre)
¡¡¡Yo se que no he estudiado mucho; pero que nadie piense que ha estudiado mucho!!! - ha gritado, siempre y grita, Obiang Nguema, cuando se dirije al mundo culto e intelectual guineo, formado en España (Occidente)
2.- El dictaror guineano, leyendo o hablando en directo deja muy clara su pregunta valiente al pueblo guineano y al mundo: " ¿Pero, creéis que aún puedo cambiar?"
Ni los guineos que llama "detractores" por no aceptar su forma de tratar al pueblo guineo, ni los extranjeros, encantados de cómo lo hace y exigen a todos los guineanos que sea como Obiang, esperan o quieren que Obiang Nguema cambie nunca.
Obiang Nguema se ufana, con freceuncia y orgullo, de que: "Esapaña no me puede decir nada; porque yo les pago muy bien"
Volver a Guinea Ecuatorial, es la gran prueba reto y desafío de la oposoción exiliada en España; y la gran prueba y miedo de Obiang Nguema y los que apoyan su ANTROPOFAGIA...
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