¿PODEMOS DESEAR Y ESPERAR UNA RECONDUCCIÓN Y CORRECCIÓN DE ERRORES; E INICIAR -¡YA!- UNA TRANSICIÓN PACIFICA A LA DEMOCRACIA, ACOMPAÑADOS POR ESPAÑA? (Severo M. Nsa)
Ireneu Castillo.
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1960 significó la independencia de una gran cantidad de países de África (Nigeria, Gabón, Camerún, Níger, Chad, Congo -ver El Congo, la inmensa y atroz propiedad privada del rey de Bélgica-...), las cuales presionaron al gobierno de Franco para que dieran la independencia a sus colonias africanas, es decir, el Sahara y Guinea Ecuatorial. Las potencias ex-colonizadoras también presionaron a España (por aquello de si las pierdo yo, no te vas a quedar tú con las tuyas), lo que centró la atención en la negativa de España. A regañadientes, y dada la presión internacional, en 1963 decidió hacer un referéndum en Guinea para ver si los guineanos querían un estatuto de autonomía.
El referéndum salió aprobado por una gran
mayoría... pero autonomía no era independencia y siguieron las presiones a
nivel internacional, hasta que en 1965, el pleno de las Naciones
Unidas instó a España a poner una fecha para la independencia.
Gruñendo entre dientes, el gobierno se vio obligado a empezar los contactos con
el gobierno autónomo guineano para hacer una constitución y ponerla a
referendo, pero sin poner fecha, claro está.
Finalmente, en marzo de 1968, tras estar más presionado que una oliva en una almazara, el gobierno franquista cedió y declaró que daría la independencia a Guinea Ecuatorial. Una nueva constitución favorable a España, y "consensuada" con los guineanos a base de amenazarlos con suspender el proceso, se aprobó en agosto tras un referéndum que, acto seguido, darían paso a las primeras elecciones a la presidencia... y a una estrategia diplomática de España auténticamente de chiste.
El resto de potencias colonizadoras, en el momento de la independencia de sus territorios, fueron lo suficientemente hábiles como para instaurar en las primeras elecciones a candidatos que fueran propicios a las respectivas metrópolis, lo cual aseguraba la influencia en la zona. España, como no podía ser de otra forma, acabó consiguiendo lo contrario.
De los cuatro candidatos que se presentaron a presidente de Guinea Ecuatorial, la metrópoli apoyó a tres, de los cuales, ninguno tenía estudios universitarios en la península, no tenían suficiente conocimientos en política internacional e incluso dos habían estado en el exilio, totalmente desenchufados de la realidad del país. Para más inri, el gobierno español estaba dividido entre los que estaban a favor de la independencia y los que no, lo que significó que en vez de dar todo el apoyo logístico a uno solo, el ministerio del Interior apoyaba a un candidato y Presidencia, a otro. Un auténtico despropósito.
El día 12 de octubre a las 12 de la mañana, con todo el dolor de
su corazón, España se desprendía de Guinea Ecuatorial. Aquella
colonia de casi 300.000 habitantes era una ruina para el gobierno central, ya
que solo algunos madereros, cafeteros y cacaoteros tenían ciertos negocios
prósperos, pero se estaban haciendo las primeras prospecciones de petróleo y
podría haber negocio para la CAMPSA. La victoria de la peor opción
hacía peligrar todo el entramado colonial de España en Guinea, lo cual llevó al
vicepresidente español, el Almirante Carrero Blanco, a poner cartas
en el asunto.
Toda independencia, sin dinero inicial, no conduce a nada, y Guinea había concertado con el gobierno español que prorrogaría durante un par de años la partida económica destinada a la excolonia. Sin embargo, Carrero Blanco, para presionar a Macías a que tuviera una cierta condescendencia con la metrópoli, no atendió los pagos que habían sido consensuados, lo cual dejó vendida la viabilidad de la nueva administración.
El clima de bancarrota que se vivía en diciembre de 1968 y
la encendida oratoria populista de Macías, hizo que se empezara a
atacar a los españoles que aún vivían allí, poniendo en pie de guerra la
diplomacia española. Según parece, ello llevó a que "tocaran" al
ministro de exteriores Atanasio Ndongo (3º en las elecciones)
para que, con el apoyo de las tropas de
El presidente guineano, en vistas de que el gobierno no pagaba lo pactado, decidió congelar las cuentas de los españoles, pero las grandes empresas ya habían sacado sus ahorros de las oficinas guineanas, lo que enfadó aún más a Macías comenzando una espiral de violencia contra España y lo español que llevó a intentar el golpe de Estado el 1 de marzo de 1969. El hecho de que no llegaran los refuerzos españoles pactados, que los golpistas se concentraran en otro punto del territorio que no era donde se había quedado y que Macías tuvo un chivatazo y se largó del palacio presidencial donde debía ser capturado, abocó al fracaso la operación. Sabiendo la debilidad del intento de golpe, Macías pasó al ataque, con el resultado del arresto de los cabecillas y Ndongo muriera apaleado en prisión por los acólitos del presidente.
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A partir de entonces, más de 7.000 españoles pusieron pies en polvorosa abandonando todas sus posesiones -que fueron en gran parte expropiadas por el gobierno guineano- arriándose la última bandera española el 4 de abril de 1969. Se abandonaba de esta forma, y tras una desastrosa gestión diplomática, el territorio de Guinea Ecuatorial, quedando bajo la despótica tiranía de un paranoico Macías. España, por su parte, perdió un territorio que había sido español desde 1778 y, lo que fue más duro, no supo mantener ni propiciar los lazos culturales y de amistad que ligaban a ambos territorios. Triste fin de un despropósito que a los pocos años tendría una segunda parte en el Sahara, el cual, casi 40 años después (ver Sahara, sangre y olvido), no se ha cerrado to
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COMENTARIOS:
Anónimo ha dicho que…
Anónimo ha dicho que…
Buen artículo,
Ramón Sevillano ha dicho que…
Muy interesante, mi padre fue uno
de aquellos oficiales españoles que se vieron en mitad del fregao, tras la
crisis de las banderas y la expulsión de Quijano, se quedó de jefe de
Ramón Sevillano ha dicho que…
por cierto, un hermando mío se
llama fernando Marcos y un sobrino Marcos en honor a aquel álferez que fue
asesinado con motivo de aquel golpe de estado
Unknown ha dicho que…
Me gustaría saber si, como se ve
en la película Palmeras en la nieve, hubieron muertos cuando los españoles eran
evacuados, ya que, mi familia y yo, con 7 años fuimos evacuados en avión y no
recuerdo, ni mis padres me contaron nunca nada al respecto
Unknown ha dicho que…
jodanse godos.....y canarias no
cuenta como colonia???
12elotro ha dicho que…
Según
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Anexo:Colonias_según_la_ONU
djrodycr ha dicho que…
Muy triste la historia
djrodycr ha dicho que…
Una gestión poco labrada nunca
trae consigo buen fruto.
Esther Tinoco Abellán ha dicho que…
Hola. Mi bisabuelo tenía
plantaciones de cacao o café, no estoy segura. Indagando en un trabajo me
entere que le pillo la independencia y fue lesionado, volviendo a Sevilla donde
vivía. Iba y venía. Se llamaba Antonio Tinoco Caneo. Por si alguien sabe algo
de él, gracias por leerme. Saludos
jose pedro ha dicho que… (¡¡¡…)
En realidad fue una curiosa estafa
cometida por el ministro español Fernando Maria Castiella ( que estaba a las
ordenes y sobornos de la embajada americana y de las empresas petroleras
americanas que encontraron petróleo en aguas de Fernando Poo, en 1968, contratadas
por el industrial Barreiros)
Justo en cuanto se descubrió el petróleo en aguas de Fernando Poo, le entró afán
al ministro Fernando María Castiella de que había que dar urgentemente la
independencia a Guinea; con Fernando Poo unido a
Fernando María Castilla detectó que si hacia un "referéndum de
autodeterminación" la mayoría de guineanos votarían que querían seguir
siendo españoles ( aparte de considerarse españoles, sabían que donde vendían y
a buen precio su café y cacao era en España, al doble de precio que en el
mercado mundial)
Ante la sospecha de que votarían que querían seguir siendo españoles, Fernando
Castiella decidió dar la independencia a la fuerza: sin hacer un Referéndum de
Autodeterminación, que no se hizo, con lo que no se sabe cuantos guineanos
querían la independencia y cuantos querían seguir siendo españoles y unidos a
España.
Parece que Fernando Castiella había sido sobornado por la empresa petrolífera
americana y logro engañar a Franco (ya chocheando) garantizándole que le habían
dicho los americanos que le garantizaban que si daba la independencia a Guinea
Inglaterra devolvería Gibraltar a España, algo que atrajo ciegamente a Franco
para pasar gloriosamente a la historia.
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¿PODEMOS DESEAR Y ESPERAR UNA RECONDUCCIÓN Y CORRECCIÓN DE ERRORES; E INICIAR -¡YA!- UNA TRANSICIÓN PACIFICA A LA DEMOCRACIA, ACOMPAÑADOS POR ESPAÑA? (Severo M. Nsa)